Costa da Morte: Ensenada do Trece.




Uno de los lugares más representativos del “carácter” de A Costa da Morte, es sin duda la ensenada do Trece, la cuál casi siempre lleva asociado, como si un apellido fuese, un nombre, el Cementerio de los Ingleses. En este camposanto yacen 172 de los 175 tripulantes del buque escuela Serpent que el 10 de noviembre de 1890 naufragó en esa ensenada, concretamente en la Punta do Boi. Este hecho, más algunos anteriores y posteriores han dado pie a una de las acepciones del término de “Costa da Morte” y la verdad que aunque no quisiésemos hacerlo, no podemos negar la leyenda negra que acompaña a este entorno, puesto que no sólo hubo grandes naufragios, algunos acompañados de desastres naturales (Urquiola, Prestige) o de grandes sustos (Casón) sino que también han pagado con su vida el peaje al mar: marineros, percebeiros y algunos que otros pescadores confiados. Pero lo que sí que podemos hacer es constatar a través de estas fotografías, (y de otras muchas que pululan por la red), de la belleza de todo este entorno paisajista e intentar añadir al término de Costa da Morte una acepción más,  “costa de vida”, y es que es así,  porque a este entorno,  a parte de las hermosas y casi solitarias playas y de otros monumentos naturales tierra adentro, hay que añadirle una rica variedad de flora y  fauna, tan mediática como pueden ser los lobos o escurridizas como las jinetas, pasando por aves rapaces y sobre todo aves limícolas. Como curiosidad, añado otra acepción más a este topónimo y es la que según algunos estudiosos, acuñaron los griegos, para definir la región donde el Sol desaparecía a diario en el mar y se hundía en el país de los muertos hasta la mañana siguiente.
La Ensenada de Trece está ubicada entre Ponte do Porto y Camariñas, a la altura de Xaviña, ahí se toma un desvío a mano derecha dirección Brañas Verdes o Santa Mariña, luego es seguir las señalizaciones que indican el Cementerio de los Ingleses. La playa que lleva el mismo nombre se caracteriza por su sistema de dunas fijas y móviles destancado el Monte Blanco que es la duna remontante de mayor altura del noroeste peninsular superando los 150 metros. Hay que señalar la presencia además de dos especies de flores poco comunes como son la Pimpinela escarlata y la Camariña, que ha dado nombre al municipio de Camariñas.

 

Comentarios

  1. Muy buen artículo Jorge, a Costa da Morte siempre ha sido un lugar que me ha encantado, cada rincón tiene su encanto.

    P.D: pensaba que el spinning era sólo una modalidad de actividad física jejeje, no tengo ni idea de pesca.

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  2. Aunque natural de Vigo, debo confesar que mi abuela materna y parte de la familia de mi padre por esa línea son naturales de Muros de San Pedro. Conozco bien la costa hasta Finisterre, el mitológico Monte del Pindo, la tristemente conocida playa de Carnota, más por el desastre del Prestige, que por su singular Hórreo. Muchos buenos ratos de mi niñez y adolescencia he pasado por esos lares. Cualquier día os cuento o bien os envío alguna fotografía. Es un placer recalar en esos lares.

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